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Los fabricantes de coches, en apuros para cumplir con la normativa de emisiones

Imagina un día soleado, te dispones a pasar un buen rato en la sierra, te colocas al volante de tu coche, arrancas y a los pocos km algo no te huele bien, y es que gracias a nuestro sentido del olfato podemos detectar numerosos olores en el ambiente y su procedencia, algunos los conocemos por experiencia propia, pero ¿Y los del coche? por ello queremos presentaros esta mini guía sobre ¿cómo podemos detectar que algo no anda bien a través del olfato?

El olfato (del latín olfactus) es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Se ha definido el olfato como un sentido químico en el que actúan como estimulantes, las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles que, a través del aire inspirado, entran en contacto con el epitelio olfatorio situado en la nariz. El olfato tiene importantes funciones en los seres vivos; entre ellas, evaluar el estado, el tipo y la calidad nutritiva de los alimentos, detectar peligros medioambientales como el humo o el nivel de humedad, reconocer un territorio demarcado odoríficamente y relacionar el olor con el recuerdo de lo que representa. Se ha calculado que el ser humano puede detectar más de 10 000 olores diferentes, aunque esta cifra está sujeta a discusión y para algunos especialistas el valor real sería muy superior

  • Olor a gasolina: primero observemos que no haya ninguna fuga de combustible y, en tal caso, planteémonos si tiene relación con el sistema de emisiones (algo más problemático).
  • Olor a caucho quemado: si no has estado haciendo derrapes en un aparcamiento, entonces el asunto tendrá que ver con un manguito o con un mal roce de la correa de transmisión. Si acabas de instalar unas pastillas de freno nuevas, no te preocupes, pues es un olor habitual.
  • Olor mineral o picante: se identifica mejor de lo que parece y siempre indica un problema en el sistema hidráulico de la dirección.
  • Olor a dulce: el líquido refrigerante tiene un olor a jarabe o caramelo, por lo que, si lo percibes de forma intensa, comprueba la temperatura de tu coche en el cuadro de instrumentos. Sin refrigerante, el motor se sobrecalentará y podría llegar a griparse. La solución es rellenar de nuevo el depósito de refrigerante.
  • Olor a humedad: proviene siempre de acumulación de moho en los filtros de aire del habitáculo. Este atrapa partículas y suciedad del exterior impidiendo que entren al interior. Sin embargo, cuando no se cambian con regularidad, ofrecen ese desagradable olor. Si no es el caso, entonces el problema está en el catalizador.

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