La tecnología avanza a pasos agigantados, queda claro que los coches del pasado no tienen apenas similitud con los coches de hoy en día y hemos llegado al un punto en el que compramos y vendemos coches que hace unos cuantos años nos parecerían obra de un genio.
Si echamos un vistazo en el tiempo, sobre 1886, nos situamos en uno de los puntos de comienzo sobre la creación de los coches que en estos mismos instantes, estamos fabricando, nos referimos al Benz Patent Motorwagen, uno de los primeros de su especie de la mano de Mercedez-Benz.
El fabricante no ha querido dejar atrás este hito, de modo que, desde los años 2001 y 2002, se empezaron a crear réplicas del mismo modelo, orientadas sobre todo a decorar museos y otras exhibiciones para el público, hasta el punto que se crearon modelos destinados a ser vendidos.
Evidentemente no se trata de un automóvil destinado a un empleo de transporte funcional, estamos ante un coche que posee un cilindro y alcanza una velocidad máxima de 16km/h, se trata de una réplica destinada a público coleccionista. Sin embargo, aún resta el detalle más importante en el tintero, el precio, Mercedes-Benz lo revelará ante las peticiones que reciba.
Algo que destaca de este vehículo es que es uno de los coches más difíciles de arrancar de la historia. Este tres ruedas obligaba a hacer uso de la fuerza muscular para encender el motor, que, al contrario del que se puede esperar hoy en día, no se encendía a la primera, sino que requería diversos intentos antes de poder rodar correctamente por carretera. Nada que ver con el arranque por botón que incorporan ya muchos coches.