Empujar un coche sin batería puede ser un problema

Empujar un coche sin batería puede ser un problema

En este invierno hemos comprobado como afectan las bajas temperaturas a nuestro vehículo lo cual incide directamente en nuestras baterías, como medida podemos utilizar las pinzas de arranque, pero si eso falla... empujar un coche podría suponer un problema.

Nos referimos al clásico recurso de empujar el coche con nuestra fuerza bruta y es que, este recurso no es nada recomendable, aunque se trate de lo último que deberíamos hacer si nos falla la grúa, en este artículo te vamos a explicar por qué.

Si no estamos atentos a los niveles de agotamiento de la batería los cuales se dan con mayor probabilidad en invierno, podemos quedarnos "tirados" al accionar el contacto del coche y que éste no pueda arrancar.

En los coches antiguos, por norma general, la salida rápida era empujar el vehículo hacia una cuesta y dejar que lograra cierta energía cinética, meter segunda y soltar el embrague lo cual actuaba de forma imperativa sobre el motor para que se pusiese en marcha. Este recurso es totalmente desaconsejado en coches actuales.

Los coches modernos poseen catalizadores en las líneas de escape cuyo propósito principal es neutralizar las emisiones contaminantes, debido a estos catalizadores, no recomendamos empujar el vehículo.

Al hacer girar al motor sin estar arrancado durante un periodo de tiempo, aunque sea pequeño, mientras no haya ignición estará puede haber mezcla sin quemar hacia el escape. Si este combustible llega al catalizador y el elemento cerámico que lo compone está muy caliente, se puede inflamar creando una detonación que afecte al sistema.

En caso de que el catalizador esté frío y si insistimos demasiado arrancando el coche a empujón (si no arranca a la primera es mejor olvidarse), el combustible puede llegar al catalizador y aunque no se inflame, sí puede afectar negativamente a su funcionamiento, produciendo un daño cuya única solución puede ser el cambio del elemento catalizador.

Así pues, aunque sea una solución más frustrante, lo mejor que podemos hacer por el bien de nuestro coche es llamar a la grúa para volver a casa, usar unas pinzas que nunca está de más llevar en el maletero o simplemente dejar el coche aparcado hasta que podamos cambiar la batería. Evitando arrancar a empujón la mecánica nos lo agradecerá, y también el bolsillo.