Japón quiere empezar a vender coches voladores en cinco años
El Gobierno de Japón y varias empresas tecnológicas y automovilísticas han acordado una hoja de ruta que sitúa 2023 como el punto de partida para la comercialización de vehículos voladores y su uso extendido en el ámbito urbano. El proyecto Skydrive ya cuenta con una financiación de más de 5 millones de dólares (4,4 millones de euros).
Evidentemente, pese a ello la producción en masa y salida al mercado del automóvil, que sus ingenieros han planeado para 2026, resulta un reto por el elevado coste del producto, que sitúan ahora sobre los 50 millones de yenes (397.000 euros).
Ante las limitaciones que su precio pueden provocar en la “popularización” del producto a nivel particular, el Gobierno de Japón estudia la posibilidad de que inicialmente se utilice como servicio público.
Este diciembre, la compañía consiguió volar con éxito un prototipo a escala real del coche, que está diseñado para albergar a dos personas, pesa unos 400 kilogramos y se espera que alcance una velocidad de 100 kilómetros por hora en el aire. Además sus 360 centímetros de longitud, 310 de anchura y 110 de altura le permiten despegar desde un espacio reducido.
Se espera que la primera prueba con un piloto humano tenga lugar en verano de 2019, tras recibir el visto bueno del Gobierno nipón, que desde este año permite que este tipo de test tenga lugar en el exterior. Asimismo, Japón organizará pruebas de vuelo para todos los proyectos de automóviles voladores a escala nacional el próximo año.
Por otra parte, es cierto que aunque los ingenieros están haciendo realidad los coches voladores, para que los vehículos aéreos de pasajeros se conviertan en parte del nuevo ecosistema de movilidad, los creadores y operadores deben convencer a los consumidores, en su mayoría escépticos, de que los vehículos aéreos son útiles y seguros.
El escaparate de los Juegos Olímpicos
En este momento Toyota es uno de los principales inversores de Skydrive, cuyo objetivo más próximo es participar en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, algo que ya están negociando con la organización del evento.
Tras los juegos, quieren que la salida el mercado de Skydrive sea en 2023, para afianzarlo como medio de transporte urbano en los siguientes años, algo que el Gobierno nipón está dispuesto a acomodar mediante la creación de nuevas infraestructuras y la elaboración de leyes que regulen la circulación de estos vehículos.