Hace menos de una década, en contra del deseo de los seguidores más puristas de la marca, Porsche comercializó su primer automóvil diésel. Fue en el año 2009 y desde entonces la firma ha lanzado al mercado otras versiones con gasóleo pero, dada la baja demanda de estos modelos diésel por parte de sus clientes, eso no ocurrira más. De esta forma, Porsche se convierte en el primer productor alemán de atuomoción en dar el paso definitivo.
Según declaraciones de su presidente, Oliver Blume, la estrategia de la compañía pasa por dejar de vender coches diésel para centrarse en los de gasolina e híbridos que ya representan un buen porcentaje de las ventas de la marca.
Lo cierto es que las cifras respaldan la decisión de Porsche. Entre otras cosas porque vendió 130.598 automóviles en el primer semestre del año, lo que supone la mejor primera mitad del año de su historia y una progresión del 3% si se compara con las 126.497 unidades que matriculó en el mismo periodo del ejercicio precedente, según datos publicados por la empresa.
Los planes de la marca pasan por ofrecer una variante híbrida o eléctrica de todos sus modelos en 2025. El primer Porsche cero emisiones llegará al mercado en 2019. Se llamará Taycan y estará propulsado por dos motores eléctricos de funcionamiento continuo, que desarrollarán una potencia superior a los 600 caballos (440 kW). Este deportivo acelerará de 0 a 100 km/h en apenas 3,5 segundos y podrá alcanzar los 200 km/h en menos de doce segundos.
Hasta 2022 invertirá más de seis mil millones de euros en este ámbito, lo que supone duplicar lo que había contemplado inicialmente. De los tres mil millones de euros adicionales, 500 se utilizarán para el desarrollo de variantes y derivados del Taycan, unos mil millones se destinarán a la electrificación e hibridación de la gama existente, 700 millones se dedicarán a nuevas tecnologías, infraestructura de carga y movilidad inteligente y el resto para la expansión de los centros de producción.