El ambientador del coche suele ser uno de los elementos imprescindibles para mejorar la comodidad de los pasajeros. No solo los asientos, la temperatura ambiente o el espacio interior, sino que el olor del habitáculo también ayuda a tener trayectos más agradables. El uso diario y los hábitos de los conductores como puedan ser comer, fumar o incluso llevar mascotas dentro del coche, hacen que el interior coja un olor que puede llegar a ser desagradable. Por eso es casi imprescindible llevar siempre un ambientador. Hay muchos tipos diferentes y estos son algunos de los más frecuentes.
Ambientador colgante de cartón
Es el ambientador para el coche más clásico del mercado, un producto que dependiendo del aroma, puede ser suave o un poco invasivo. El diseño original es el clásico cartón con forma de pino en color verde que todos conocemos, sin embargo, hoy en día existen un montón de formas y colores diferentes en el mercado.
Ambientador de rejilla
Los ambientadores de rejilla son mucho más duraderos y también unos de los más demandados. Su sistema consiste en un pequeño depósito con un líquido arómatico en su interior, acoplado a una mecha absorbente unida a un ventilador, que se mueve gracias al paso del aire a través de las rejillas del aire del coche.
Ambientadores eléctricos
Los ambientadores eléctricos están compuestos por una turbina eléctrica que se conecta al mechero del vehículo. De este modo, el olor se distribuye por todo el interior del vehículo de forma uniforme.
Ambientadores naturales
Si no te acaba de convencer el olor a perfume de los ambientadores, puedes optar por utilizar elementos naturales neutralizadores del olor. Muchos conductores/as colocan algunas ramitas de romero en el habitáculo, puesto que se trata de una planta que permite la absorción de los olores desagradables.